Por Victor Hernández/SDP

Hoy 01:02 — Ciudad de México

Recuento será a nivel nacional en por lo menos 22,902 casillas

El recuento es de oficio

Casi un cuarto de todas las casillas electorales en el país se tendrán que abrir y contar voto por voto debido a la cantidad de votos nulos que se emitieron en la elección del 5 de julio.

Casi un cuarto de todas las casillas electorales en el país se tendrán que abrir y contar voto por voto debido a la cantidad de votos nulos que se emitieron en la elección del 5 de julio.

De acuerdo con el artículo 295 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), fracción 2 inciso D, se establece que el Consejo Distrital deberá realizar nuevamente el escrutinio y cómputo de un paquete electoral cuando el número de votos nulos sea mayor a la diferencia entre los candidatos ubicados en el primero y segundo lugares en votación.

Es decir, si en una casilla el primer lugar tiene 59 votos y el segundo lugar tiene 50, la diferencia es de 9 votos. Pero si hay más de 9 votos nulos entonces por ley el paquete se tiene que recontar.

Debido a la campaña de promoción del voto nulo, la cantidad de votos nulos en todo el país aumentó a niveles superiores a la diferencia entre los primeros lugares en miles de casillas. Por consiguiente, son ahora miles de casillas las que por ley se tendrán que abrir sin que lo tengan que pedir los partidos políticos. Simplemente la ley obliga a los consejos distritales a hacer los recuentos.

En total las casillas que se tendrán que recontar, con poco más del 70% de las casillas computadas, es de 22,902, pero una vez terminado el cómputo total de la elección, podrían ser hasta 32 mil casillas que se tendrán que abrir y recontar.

Esto no quiere decir que las casillas que se recontarán serán anuladas. Simplemente quiere decir que se deberán abrir miles de casillas y recontarse voto por voto debido a que a diversos ciudadanos se les ocurrió anular su voto.

Lo que no se puede predecir es si en esos recuentos aparecerán irregularidades. Esto es relevante cuando se considera que en 2006, en los recuentos que ordenó el tribunal electoral en la elección presidencial, aparecieron irregularidades que confirmaban el fraude electoral en contra de Andrés Manuel López Obrador.

Estas irregularidades incluían la aparición de votos válidos para López Obrador entre los votos nulos; votos válidos para AMLO que no se contabilizaron, y el descubrimiento de que en miles de casillas había más votos que votantes o menos votos de los que realmente se emitieron, violando de esta manera el principio de certeza de la elección.