Caracas, 10 Nov. ABN.- El famoso acuerdo de las bases militares, firmado por el gobierno colombiano con el imperio estadounidense, es una empresa de destrucción concebida para la guerra y la muerte, sostiene el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Saúl Ortega.
Diputado Saúl Ortega. Credito: AN
Dijo que esa batalla tiene varios escenarios: Una guerra de agresión a gran escala y la guerra de baja intensidad, ‘que es la que estamos observando en la frontera con el emplazamiento de una quinta columna conformada por paramilitares en nuestro territorio, ejerciendo acciones de desestabilización contra las instituciones, la economía y la población de Venezuela’.
Para Ortega ese escenario se parece un poco a lo que se vivió en San Antonio del Táchira: Por un lado, amenazan a la población, en el sentido de que no pueden trabajar, después anuncian que comerciante que abra será sancionado y finalmente señalan que joven que salga a cualquier hora será limpiado o asesinado, y no contento con ello pasan y asesinan a dos centinelas de la Guardia Nacional.
Considera que esta actitud no es otra cosa que una posición de provocación, de desestabilización y agresión contra la población fronteriza de nuestro país.
A su juicio, esto forma parte de una alianza articulada gringa y el gobierno colombiano, además hay una acción provocadora, de inteligencia, realizada nada menos que por el DAS, la policía política del vecino país y financiada por el imperio yanqui.
Piensa que ese comportamiento es una provocación inaceptable y cree que las víctimas son el pueblo venezolano y colombiano, especialmente, éste último que sufre la agresión imperialista en su propio país.
Restó importancia a la ofensiva diplomática emprendida por el gobierno de Alvaro Uribe en los organismos internacionales para culpar a Venezuela de una eventual guerra contra ese país.
Quienes montan siete bases militares están en una acción ofensiva y denunciar que otras naciones son las que están en guerra es totalmente absurdo, primero, hay una guerra civil en Colombia y otra guerra montada contra Latinoamérica, manifestó.
El parlamentario del Psuv se pregunta: ¿Quien puede creer en los entes internacionales que Colombia esta amenazada después del emplazamiento de siete bases militares de Estados Unidos’, se pregunta y responde que es muy difícil que ese cuento se lo trague alguien con un dedo de frente.
De todos modos, dejó claro que si esa ofensiva diplomática del vecino país continúa, “nosotros la estaremos esperando”.
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