Óptica Ciudadana
¿PAIS DE POBRES?
Por José Luís Hernández Jiménez
Avisotv.- Dos sucesos de los que fui testigo la semana pasada, me pusieron a pensar sobre ese fenómeno que llamamos “pobreza” en México, una entrevista y una serie televisiva.
De la entrevista a un personaje, llamó mi atención un dicho al respecto. Dijo que México es un país de pobres, que está en decadencia, que la gente está desesperada y que hay que salvarlo. Me llamó la atención pues eso es lo que muchos pregonan.
Por otro lado, la serie televisiva alude a cómo era la situación socioeconómica de las familias antes y cómo ha ido evolucionando hasta la fecha.
Ambas situaciones hicieron que me remitiera a mi persona, la de mi familia, la de mi entorno y, claro, la del país, antes y ahora.
Y es que recuerdo que lo común en las viviendas era el piso de tierra o de cemento pelón; una sola toma de agua para decenas de familias; igual con el baño; una fila de unos cuantos lavaderos para todas las señoras, porque los señores no lavaban; una sola televisión en casa del rico del barrio o de la vecindad, al que todos los niños acudíamos para ver, mediante el pago de nuestros respectivos 20 centavos, a Cachirulo, con su Teatro Fantástico; grandes bloques de hielo depositados frente a la tienda mas cercana pues carecía de refrigerador para sus refrescos y cervezas.
Era raro saber que había personas con seguro social. Pero también era común encontrar adultos que no sabían leer ni escribir, o que no tenían la primaria, mucho menos la secundaria. Prácticamente casi nadie tenía teléfono propio.
En las calles de las ciudades, se veían pocos automóviles; de esto último están como testigos permanentes, muchas películas de la época. En esos años, 1960-70, México, a simple vista, aparecía como un país, esencialmente rural y pobre, muy pobre. Y en las pláticas familiares y noticieros se decía eso, que México era un país de pobres.
Hoy no son pocos los que siguen diciendo lo mismo, como en la entrevista que les digo mis estimados, que somos una nación de pobres.
Pero es que ¿nada ha cambiado? A “ojo de buen cubero”, y reflexionado un poco, debemos reconocer que sí, realmente la situación ha venido cambiando pienso que para bien. Lo que antes, la generalidad de las familias mexicanas no tenia, hoy lo tenemos. Incluso el refrigerador, la televisión, el teléfono y hasta automóvil, no falta en la generalidad de las casas de las familias. Más aun, para bien o para mal, nuestro país ha dejado de ser un país rural, para convertirse en una nación esencialmente urbana.
Aún así, ¿seguimos considerándonos un país de pobres? Pues sí, eso dicen las estadísticas, que somos 52 millones de pobres y de estos como 15 millones de miserables, o sea de “pobres extremos”. Y eso es lo que repiten como disco rayado, los políticos, muchos opinadotes y los medios de comunicación.
Como tengo mis dudas por lo que veo en muchos lugares del país, me asomé a otra “ventana” de la realidad, la del censo mas reciente, el de 2010. Y me encontré cosas interesantes; se las comparto estimados cuatro o cinco lectores. Van mis hallazgos:
En México hay 36 millones de viviendas. De ellas, el 98 por ciento cuenta con energía eléctrica instalada y el 92 por ciento tiene agua potable entubada.
En el 93 por ciento de las viviendas existe al menos, un televisor. En el 82 por ciento existe refrigerador. En el 44 por ciento existe línea telefónica instalada. Más aún, en el 65 por ciento de las viviendas, al menos uno de sus habitantes tiene teléfono celular.
En el 30 por ciento de las viviendas hay computadora y en el 22, hay Internet.
En el 45 por ciento de las viviendas, sus ocupantes tienen al menos, un coche.
El 95 por ciento de la población de 6 a 14 años, asiste a la escuela, cuando hace 20 años, dicho porcentaje era del 85 por ciento y en 1960, era del 60 por ciento. La población de mas edad, de los 15 a los 24 años, que acudía a le escuela, en 1970 era del 20 por ciento; en 1990 era del 30 por ciento y actualmente es del 42 por ciento.
El caso del analfabetismo entre las personas de 15 años o más, también es sintomático del avance de los tiempos: En 1970 casi llegaba al 20 por ciento; en 1990, llegaba al 12 por ciento y en el 2010, bajó al 7 por ciento.
En los años 60´s, el porcentaje de la población que declaraba ser derecho habiente, era del 20 por ciento: en el año 2000, dicho porcentaje aumentó al 40 por ciento. Para 2010, el 65 por ciento dijo ser derecho habiente.
Igual ha sucedido con la oferta de empleo. Poquito pero ha aumentado año tas año. En el 2000, por ejemplo, dicha oferta era del 49 por ciento; pero para el 2010 ya fue de 53 por ciento. Y la mayor parte de los mexicanos que laboran ya no lo hacen en el sector primario, es decir, en el sector rural, sino los hacen en los sectores secundario y terciario o sea, en los servicios y en la industria.
Ciertamente nada es verdad, nada es mentira, todo es de acuerdo al color del cristal con el que se le mira. O, lo que es o mismo, si un vaso contiene la mitad de agua, unos puede decir que esta medio vacío, y otros dirán que esta medio lleno.
De todos modos procede la pregunta ¿de veras somos un país de pobres?
Notitas: Por cierto, el personaje entrevistado, al que me refiero es don Peje quien va por segunda (quizá él diga que por tercera, por aquello de su “presidencia legitima”) ocasión a contender por la Presidencia de la República. Bien, por su tesón se ha ganado esta otra oportunidad. Y cuando lo escucho declarar que si es Presidente “en sus primeros seis meses de mandato va a crear 7 millones de empleos”, recuerdo a otro político que dijo que “en 15 minutos iba a resolver el problema de Chiapas”. ¡Ah nuestros políticos, genios y figuras hasta la sepultura! Y la serie citada se llama “Cuéntame cómo pasó”. Se las recomiendo. Por último, levanto mi diestra para hacerles una propuesta: que demos un caluroso aplauso a nuestros atletas que en los recientes Juegos Paraolímpicos lograron el tercer lugar por sus casi 200 medallas, 50 de ellas de oro. ¿Va?
Correo: hernandez.jimenez2010@hotmail.com
México D. F. a 21 de noviembre del 2011.