Prisma Tlacotal: Pronóstico, balance y crítica de las elecciones del 2012 en México, por José Tlatelpas

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Prisma Tlacotal: Pronóstico, balance y crítica de las elecciones del 2012 en México

El PRI inevitable vencedor en las elecciones 

Por José Tlatelpas 

Avisotv.- En estas tristísimas elecciones del 2012 se consolidan los resultados de las traiciones y pactos inmorales hechos a las espaldas del pueblo. Es inevitable que el ganador de estas elecciones sea el PRI. A nuestro pesar y con pena, debemos reconocer la gran capacidad de maniobra, manipulación y estrategia que el PRI desarrolló a partir de la llamada Reforma Política. El gobierno permitió entonces el paso a la oposición y la izquierda a los espacios del gobierno pero movilizó sus piezas y las reacomodó: colocó a sus ex priístas al frente de los partidos de izquierda como caballos de Troya para reemplazar los movimientos progresistas campesinos, laborales, ecologistas y sindicales, apoyados por los esquiroles disfrazados como la izquierda de aquellos tiempos, entre otros el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y el Partido Popular Socialista, que nada tenían ni de reconstructores ni de socialistas, dicho sea de paso.

No deja de ser impresionante ver como durante 20 años se aniquilaron los movimientos sociales, se desintegraron los movimientos sectoriales y de masas y como se colocaron los priístas de formación, esencia y acciones, al frente de un movimiento surgido de una izquierda muy limitada. Digo que la izquierda en México ha sido profundamente limitada ya que nunca construyó una ideología política y social sólida ni una cultura de alternativa ni un análisis económico y objetivo de su realidad. Y cuando estas teorías trataron de surgir, las acallaron con eficacia. Teóricos importantes de la izquierda fueron escasísimos, entre ellos Enrique Gonzalez Rojo, filósofo y literato, y Alberto Híjar, teórico del arte y la cultura, Alfredo Velarde economista y unos pocos, poquísimos más, fueron reemplazados en los partidos autollamados de izquierda por una serie de ideólogos de la demagogia, la derecha y a lo más de un liberalismo burgués que comparte con una derecha desentendida de la soberanía nacional una siniestra tarea: ignorar o socavar la soberanía nacional en sus componentes económicos, políticos y democráticos. En todas sus gestiones, como un equipo eficientemente coordinado, jamás resolvieron los problemas fundamentales del país: la soberanía económica, la equidad social, el crecimiento económico, la democracia efectiva, el análisis y la reflexión social… pero centraron sus esfuerzos en los grandes negocios, encubiertos y descubiertos, en las frivolidades y distracciones como pistas de patinaje, conciertos y playas en la ciudad, las preferencias sexuales de las mariposas y las hierbas, en el acoso a la iglesia católica, favorecieron a los grandes consorcios internacionales y dieron contratos a los grandes monopolios pero no a los jóvenes técnicos y científicos ni a los empresarios nacionales que hoy están más arruinados que nunca, especialmente los pequeños y medianos, mismo caso de los productores del campo, que con heroísmo mantienen viva nuestra lastimada economía.

La infinita estulticia, falta de análisis de un electorado y de un pueblo que pagó con la sangre de sus mejores hijos un cambio político frente al cual, después de lograr un liderazgo sólido, le temblaron las corvas y entregó de una manera insólita sus banderas a sus oponentes y a los lacayos, esquiroles y cómplices que estaban dispuestos a claudicar principios y compromiso con la sociedad.

Cuando el PMS y el PRD se conformaron cayeron en el profundo error, o la gran traición, de dejar en la dirección del partido a los ex miembros del PRI, a los esquiroles y mercenarios del PPS y Frente Cardenista. Se confió en los representantes como individuos y no se ejerció una auditoría y control de los acuerdos por parte de las organizaciones, gravísimo error. Así con el tiempo la jefatura de gobierno del DF llegó Cuauhtemoc Cárdenas ex priísta, Rosario Robles hoy priísta, López Obrador, ex priísta, Encinas por suplencia, Marcelo Ebrard, ex priísta, todos ungidos por el dedo flamígero de su grupo cerrado. Pero jamás llegó un candidato surgido de la verdadera izquierda, la que hizo el gasto político y humano. Llegaron sin embargo las huestes oportunistas, llenando los puestos de dirección del partido con expriístas, panistas y delincuentes, de resentidos que aspiraban o exigían como derecho nato la postulación del PRI a la presidencia, gobernaturas y demás cargos de representación popular así como cantidades significativas de expulsados bajo procesos por delitos de corrupción. Los representantes coyunturales de las izquierdas que entonces fueron parte de la alianza, al saborear las mieles y dineros del poder, rápidamente deslindaron de sus bases, compromisos y compañeros, para ponerse de tapete a los expriístas quienes les dieron cargos pequeños y poco significativos y los salarios que merecían, las tristes 20 monedas de plata destinadas a los sirvientes, saltimbanquis y comparsas. Los que se negaron a venderse fueron removidos de los cargos importantes de decisión, de les mandó dedicarse a cargar plancartas, y a trabajos miserables… A sus asesores los recompensaron con salarios hasta de 2000 pesos en la ALDF y en la Cámara de Diputados. Y desde luego, congruentes con su política, a la mayoría los tuvieron bajo contrato de honorarios, para impedirles gozar de derechos laborales, antigüedad, seguro médico y presencia sindical.

Esta alianza perversa de partidos de derecha pro colonial disfrazados de distintas imposturas han hecho añicos a la empresa nacional y todos y cada uno de ellos han sido cómplices y participes de la gran traición de legislar y gobernar para los monopolios extranjeros y no para los mexicanos, culpables de desvirtuar el propio sistema parlamentario y cómplices en acallar la reflexión, el análisis y en no sólo abandonar sino casi pulverizar las necesidades de los trabajadores, campesinos y los empresarios mexicanos por igual. A nadie han beneficiado sino a sí mismos y a las redes burocráticas y mafiosas que los sostienen. En ese tristísimo contexto es inevitable que gane el PRI. Ganará si gana Peña Nieto, ganará, si gana el PAN, principal ejecutor de las estrategias extremas del PRI, será lo mismo, así lo vimos desde la victoria de ese engendro social llamado Vicente Fox, si ganan los expriístas destructores del PRD y sus principios entre otros: López Obrador, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal… vamos, y para colmo, sin la más mínima vergüenza o disimulo, Manuel Barttlet y Camacho Solís, cartas de oro del salinismo o del fraude electoral al PRD cuando éste sí prometía ser un partido al servicio de mucho mejores causas… Ni siquiera se tuvo el decoro o la vergüenza de buscar los disponibles prestanombres. Hace años de deshicieron de las izquierdas reales, hoy buscan deshacerse de los esquiroles que les allanaron el camino y construir ya un nuevo PRI estilo Echeverría: con las banderas principales de la lucha social y poniendo a demagogos, corruptos y perversos al frente de su defensa. El ejemplo claro de una renovada demagogia, prometer el cielo pero administrado por la burocracia del infierno.

Vemos hoy con tristeza a las mismas masas que fueron defraudadas, las que hoy son más pobres que nunca, las que tanto sacrificaron por un cambio, apostar los restos de su esperanza y cansancio histórico a una quimera de izquierda encabezada por el PRI. No nos hagamos ilusiones a estas alturas de nuestra historia y de los hechos: si gana Morena ganarán los expriistas de camiseta pero priistas de corazón, muy al estilo del presidente Echeverría. Son especialistas en robar banderas, el discurso demagógico y conmover hasta las lágrimas a los ingenuos que después de leer las sandeces del Laberinto de la Soledad no aciertan a darse cuenta en que país y en que momento viven. Vamos, en esta coyuntura que parece una imposible fantasía, hasta pareciera faltarle a este nuevo PRI con colores de Morena y amarillo canario dos de sus históricos lemas, se me vienen a la memoria dos que cabrían en sus plancartas: «No estamos a favor ni en contra, sino todo lo contrario» y «Arriba y adelante!»…

Gane quien gane ganará el PRI, ganarán los empleados del colonialismo, prevalecerá la inequidad ya pobreza, prevalecerá una burguesía burocrática que ungida de poderes pseudo monárquicos heredará a sus hijos nietos esposas y hermanos los puestos de des-representación popular sin permitirle al pueblo dirigir o participar en el liderazgo del proceso. Habría que notar que en la pronosticada victoria de carro completo en la capital de México la plaza ni fue conquistada ni ganada; sino que pareciera que se negoció y entregó. La pérdida del Edomex y la victoria en la capital no corresponden con la situación política de inicio en ambos casos y no se puede atribuir al manejo de campaña pero dejan abierta la puerta a sospechas posibles negociaciones y perversos intercambios. No podemos dejar de notar que en esta insólita campaña los candidatos fueron impuestos por las cúpulas de los distintos partidos y han sido los más antipopulares en muchos años, ver como malísimas gestiones promovieran a sus perversos clones y que los partidos distintos contrataran a los mismos publicistas, sin tener idea de qué es la publicidad, para hacer la misma campaña a unos y otros, con las mismas constantes: cero propuestas, fotos de los líderes y demagogos, sin la gente. Sólo sonrisitas hipócritas como actores de telenovela y lemas que empujan a la carcajada: «Con Lucy sií!!!, «Con Arroyo yoo!!!». Y sus canciones sin propuesta «Con Pepe ya, chacha cha!».

La más clara campaña sin propuestas, foto contra foto, guardándose el dinero de las campañas y un IFE y un IEDF más que complacientes y callados, parecen partícipes activos en bloquear la democracia, lo que nos hace sospechar la negociación de las plazas y confirma que toda esta bancada ya no representa a los intereses del país sino sólo a los intereses del grupo burocrático gobernante que se comporta como una pseudomonarquía con poderes cuasi absolutos, perpetuos y hereditarios, pero que ya no representan los intereses de los trabajadores, campesinos y ni siquiera de la pequeño burguesía y la gran burguesía nacional: sino que representan tan solo sus propios intereses y los de los monopolios e imperios internacionales que les ofrezcan los jugosos negocios que son su principal objetivo.

Pero se les ha pasado la mano, esta obscena usurpación de las banderas sociales, el abandono al desarrollo de la economía nacional, el desprecio las necesidades y aspiraciones de los mexicanos inevitablemente rebasará las barreras de contención de los usurpadores y destructores del movimiento de cambio genuino que un día, ya muy lejano, representó el PRD. Con profunda pena vemos a los ex dirigentes de esa izquierda fuera del proceso, buscando a ciegas hacia donde dirigir sus pasos, o en los medios, en ridículos casos de corrupción y vergüenza, algunos aprendieron el arte de la corrupción mejor que el disimulo y han hecho el papel de los papeles lo cual debe movernos a una seria reflexión.

Pero no ha habido inteligencia social en una izquierda que deslinde de toda esta decadencia, que se ponga al frente y ponga al frente de sus propuestas a sus propios candidatos, en la dirección de su historia sino que siguen pidiendo de rodillas a los antiguos demagogos que les den una chambita, que les enseñen a robar, que les compartan unas migajas de lo que derraman los imperios. No se ha construido una ideología donde se vea como espejo nuestra realidad. No sólo y ni siquiera hablamos de la visión de una izquierda verdadera, porque ni siquiera está presente la visión y necesidades de una burguesía nacionalista o al menos consciente de su soberanía e independencia y no destructora de su desarrollo y progreso.

Todo esto es un abismo de tristeza: el triste espectáculo de un gran pueblo dando traspiés a ciegas y votando por su perdición frente a un sistema parlamentario que pudiendo ser útil y hasta necesario para impedir la confrontación y armonizar los intereses sociales, ha sido neutralizado por una burocracia voraz, profesional del engaño, con la celebración de los demagogos que se enriquecen una vez más ante la miopía de nuestra gente. Una vez más, el abandono a la cultura y su reemplazo por saltimbanquis al servicio de los corruptos, la falta de ideología y reflexión, la incapacidad de superar el egoísmo pequeñoburgués, la falta de ética y valores, habrán de condenar por unos años más a un gran pueblo a seguir viviendo de rodillas, con el cerebro adormecido y los canallas seguirán celebrando en su obscena fiesta de disfraces. Qué pena, qué profunda pena que un día indignará, avergonzará y dará muchísimo de qué aprender a los mexicanos del futuro, cuando un día luminoso despierten de su tristísimo e injustificable sopor.

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Una respuesta en “Prisma Tlacotal: Pronóstico, balance y crítica de las elecciones del 2012 en México, por José Tlatelpas

  1. GABRIEL dijo:

    ES CORRECTO.
    LA VERDAD NO DUELE
    PERO COMO INCOMODA.
    SALUDOS.

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